El Balneario de Archena, ubicado en el hermoso Paraje Natural de Valle de Ricote, junto al río Segura, es un auténtico oasis de salud y vitalidad gracias a sus aguas mineromedicinales. La singularidad de estas aguas reside en su composición mineral, que incluye elementos esenciales como cloro, sulfato, sodio, calcio y azufre.
Los minerales, aunque presentes en proporciones modestas, tienen la capacidad de penetrar la piel y generar beneficios notables para el cuerpo humano. Al integrarse en la corriente sanguínea, los elementos del agua mineromedicinal se depositan en órganos y tejidos específicos, mejorando la salud en general.
El azufre es particularmente importante, ya que confiere al agua su aroma característico y origina efectos terapéuticos singulares. Los cloruros y sulfatos también desempeñan un papel crucial, aportando propiedades terapéuticas adicionales.
La temperatura del agua también es notable. Emergiendo de las profundidades terrestres a unos cálidos 52,5ºC, estas aguas requieren ser atemperadas hasta los 43ºC para los relajantes baños termales. Cuando se utiliza para calentar el lodo, el agua alcanza entre 45 y 48ºC, la temperatura ideal para su aplicación.
El agua del manantial del Balneario de Archena es asombrosa en términos de antigüedad. Como parte del ciclo hidrológico, cayó a la tierra como lluvia hace aproximadamente 15.000 años. Esto contrasta con el agua común que usamos para beber, que suele tener entre 2 y 60 años de antigüedad.
Las aguas mineromedicinales del Balneario de Archena son un verdadero tesoro natural con propiedades únicas y beneficiosas. Desde su composición mineral hasta su antigüedad y temperatura, todo en ellas nos conecta con la naturaleza y la salud de una manera especial. Los lectores son invitados a sumergirse en este mundo de bienestar y descubrir por sí mismos los secretos de las aguas mineromedicinales del Balneario de Archena, ofreciendo una conexión profunda con la naturaleza y una experiencia rejuvenecedora inigualable.