El cine y la gastronomía se llevan bien. Han establecido un maridaje muy productivo desde hace tiempo. Y lo han hecho dentro y fuera de la pantalla. En Alicante, esta relación se ha hecho muy sólida con las iniciativas que ha desarrollado el Festival de Cine y la respuesta que ha dado un importante grupo de restauradores apoyando estas propuestas y estableciendo unas sinergias que han ofrecido excelentes resultados.
“Desde que llegas a Alicante para participar en el Festival, todo es una experiencia irrepetible”, según Vicente Seva, director del Festival. “Hospedarte en Hotel Meliá, desplazarte en vehículos eléctricos e ir a comer a los mejores restaurantes y degustar la gastronomía alicantina”.
“Desde que llegas a Alicante para participar en el Festival, todo es una experiencia irrepetible”, según Vicente Seva, director del Festival. “Hospedarte en Hotel Meliá, desplazarte en vehículos eléctricos e ir a comer a los mejores restaurantes y degustar la gastronomía alicantina”.
El listado de restaurantes colaboradores es amplio: El Monastrell, Villa Bandida, La Ereta, Punta Piedra, El Portal, Bigoli, Grupo Soho y la barra de César Anca son algunos locales del extenso panel que ha establecido una especial relación con el Festival.
“Alicante necesita este evento cinematográfico, nos da vida y es un exponente de nuestra cultura”, asegura Miguel Bigoli, dueño del restaurante italiano que lleva su nombre, ubicado en el centro de Alicante. “Yo creo que las empresas tenemos que colaborar y establecer puentes. En mi caso, es una gran promoción que vengan actores y actrices famosas a mi local, y también es interesante que los espectadores puedan venir después de las sesiones a comentar la película disfrutando de nuestras especialidades”.
“Me atrae muchísimo la ayuda mutua, la energía que el Festival inyecta en la ciudad, es muy importante para crear un ecosistema empresarial turístico”. Son las palabras de César Anca, que regenta la muy famosa barra que lleva su nombre y que se ha convertido en un clásico de la gastronomía alicantina. “Me interesa mucho la presencia de directores de cine, quizás menos conocidos, pero igualmente interesantes. Durante el Festival hemos hecho un menú especial en el que mezclamos la temática cinematográfica con la gastronomía alicantina”.
Durante los ocho días que ha durado el Festival, los diferentes jurados se han repartido por los distintos restaurantes colaboradores, que se han convertido en este periodo en una especie de sanedrín cinematográfico y placentera experiencia culinaria.
“Los restaurantes se convierten en un escaparate del festival”, nos dice Vicente Seva. “No sólo es un recuerdo grato para los invitados, en esos locales se produce un intercambio entre los representantes del mundo del cine y la sociedad alicantina”.
“Los restaurantes se convierten en un escaparate del festival”, nos dice Vicente Seva. “No sólo es un recuerdo grato para los invitados, en esos locales se produce un intercambio entre los representantes del mundo del cine y la sociedad alicantina”.
Conscientes de la fecunda relación entre cine y gastronomía, los responsables del Festival organizan junto con el Ayuntamiento de Alicante el evento Gastro Cinema, un festival con temática especializada, que se celebra la última semana de agosto, y que este año cumple su VIª edición.
Como vemos cada vez con más frecuencia, la gastronomía se ha convertido en un género cinematográfico, como el thriller o la comedia romántica. Pero hay un detalle esencial: no es tan difícil vivir las experiencias que nos proponen los cineastas. A veces basta con entrar en alguno de esos locales en los que con un buen vino y una buena compañía todo es posible.
Como vemos cada vez con más frecuencia, la gastronomía se ha convertido en un género cinematográfico, como el thriller o la comedia romántica. Pero hay un detalle esencial: no es tan difícil vivir las experiencias que nos proponen los cineastas. A veces basta con entrar en alguno de esos locales en los que con un buen vino y una buena compañía todo es posible.