Las chimeneas de ladrillo que aún se erigen en Molina de Segura (Murcia) son vestigios de un pasado industrial próspero. Durante décadas, la localidad fue uno de los principales centros conserveros de España, y estas majestuosas estructuras formaban parte esencial de las fábricas que transformaban y envasaban los productos agrícolas de la región. Una de estas chimeneas, impresionante y solitaria, se alza hoy como testigo mudo en la entrada de La Chimenea, un restaurante que honra la memoria local y la historia del lugar.


Bajo la dirección de David García, quien también es productor de vermut, vinos y aceites, La Chimenea se ha consolidado como un proyecto gastronómico de calidad y coherencia.


Al frente de la cocina, José Antonio Sánchez, con amplia experiencia en reconocidos restaurantes murcianos como El Sordo en el Valle de Ricote, ha sabido mantener la autenticidad de la cocina tradicional, apoyado por la influencia de la madre de David, cuya cocina casera, imposible de aprender en una escuela, garantiza la verdadera esencia del sabor.

La propuesta de La Chimenea es una cocina tradicional de producto, sin artificios ni excesos. La carta, clara y concisa, ofrece una selección de entrantes que incluyen salazones del Mar Menor, mariscos del Mediterráneo y gallegos, así como unos deliciosos buñuelos de bacalao.



Los guisos como las pochas con kokotxas o los arroces de mar y montaña destacan por su sabor auténtico, y las carnes, como el cabrito murciano o el cochinillo segoviano al horno, son exquisitas.


Además, el menú incluye estofados como el meloso de carrillera de ternera, caza en temporada y pescados frescos de la firma murciana Pescados Albaladejo.


Lo que realmente hace que La Chimenea sea un lugar único es la calidad de sus platos, que invitan a regresar una y otra vez.

La textura sedosa de sus alcachofas confitadas con jamón y su salsa de pilpil, la paletilla de cabrito a la murciana, evocadora de los sabores del mítico Rincón de Pepe, y las manitas de cerdo, inolvidables por su sabor y textura.


La Chimenea no es solo un restaurante, sino un refugio de la tradición murciana. Lo que antes cocía barro, ahora cuece productos de la tierra, siempre con el respeto y la calma que otorgan años de experiencia. Este restaurante no solo es una parada obligada en Molina de Segura, sino que se convierte en una experiencia que merece la pena vivirse, especialmente para quienes buscan autenticidad y sabor en cada plato.
