Desde que visité el restaurante Nobu en Londres, del renombrado chef Nobu Matsuhisa, hace ya muchos años (1997), la cocina fusión dejó de ser una simple moda para convertirse en un verdadero manifiesto cultural. Hoy, su consolidación es innegable. Un claro ejemplo de ello es Dabiz Muñoz, el máximo exponente español de este género, cuyo restaurante DiverXO ha sido galardonado con tres estrellas Michelin, catapultándolo al pódium de los grandes chefs del mundo.
Sin embargo, es importante recordar que la verdadera fusión no es un remix improvisado, sino un diálogo respetuoso entre tradiciones. Requiere técnica, sensibilidad y una profunda comprensión del origen de cada ingrediente. Porque entre la genialidad y el caos hay una delgada línea: he probado platos donde la fusión se convertía más en confusión que en cocina, con sabores en conflicto, texturas desentonadas y una presentación pensada más para Instagram que para el paladar. En esta era del postureo gastronómico, el riesgo de caer en la superficialidad está siempre al acecho.
Sin embargo, cuando se alcanza ese equilibrio sutil, la cocina fusión se transforma en un acto de belleza. Une mundos sin borrarlos, los reinventa. Es una forma de diplomacia silenciosa: una mesa donde las culturas dialogan sin necesidad de traductor, en el idioma universal y complejo del gusto.
Esa es precisamente la propuesta del restaurante Kitsume, recién inaugurado en el hotel SH Villa Gadea de Altea (Alicante). Al frente se encuentra Nelo, un chef de gran personalidad, que refleja su oficio en su aspecto físico.
Su carrera ha sido forjada en cocinas de alto nivel, como la de Ricard Camarena (dos estrellas Michelin) y el propio DiverXO, lo que le ha permitido desarrollar una propuesta gastronómica sólida y refinada que fusiona influencias y tradiciones de manera única.
La carta de Kitsume sorprende por su sobriedad en los enunciados y la complejidad técnica de sus elaboraciones, donde ingredientes de diversas tradiciones orientales se combinan con una excelente materia prima local.
Carnes, pescados y mariscos españoles son tratados con delicadeza y precisión, resaltando su calidad.
La mejor forma de explorar su propuesta es elegir un plato de cada grupo del menú, ofreciendo así una experiencia completa, equilibrada y reveladora que permite disfrutar de la armonía entre lo local y lo internacional en cada bocado.
Kitsume apunta alto y tiene el potencial de convertirse en el máximo exponente de la cocina fusión en la provincia de Alicante. Con su propuesta única que combina tradiciones orientales y la mejor materia prima local, este restaurante promete ser un referente para los amantes de la gastronomía innovadora. Para aquellos que buscan nuevos sabores y experiencias, Kitsume podría ser su próximo destino obligado.