Pocos productos o materias primas tienen tantos apellidos como se podría decir del aceite. A saber:
1) De oliva(para distinguirlo de otras materias primas como el girasol o la soja); 2) Virgen (para distinguirlo de otros procedimientos mecánicos no usando, como en otras grasas vegetales, ningún tipo de disolvente químico); 3) Extra (para distinguir que es un aceite sin refinar y es el aceite de oliva con mayor calidad que se puede encontrar en el mercado). Estos tres vocablos junto al “aceite” constituyen la palabra AOVE (aceite de oliva virgen extra).
Seguimos:
4) Ecológico (significa que respeta al 100% el medio ambiente, entorno, envasado, la naturaleza, recolección, producción, es decir, desde el inicio hasta el final de proceso); 5) Monovarietal (para distinguirlo de otros que son coupage de variedades); 6) De aceituna picual(para distinguirlo de otras variedades); 7) Alicantino(para distinguirlo de otras regiones productoras); 8) Español(para distinguirlo de otros países productores).
Todos esos apellidos los lleva el aceite Masía Vilaplana.
Es un aceite procedente de olivos plantados en la finca que lleva su nombre, ubicada en el Parque Natural de la Font Roja en Alcoy (Alicante), a una cota de 900 metros, lo que proporciona grandes características al producto, haciéndolo menos astringente. La cosecha se realiza en en vero seleccionando las mejores zonas de la finca y sólo se recolecta de madrugada para garantizar la calidad de la oliva, con esto garantizando que no pierda los aromas.
Es un aceite aromático, intenso, de color verde con tonos amarillos. Tiene un amargor y un picante ligeros y agradables, procedentes de la variedad picual, con una alta persistencia en boca. Frutado medio-alto en el que predominan aromas tanto herbáceos como frutales recordando a manzana verde y frutos secos, sobre todo almendra. Y cómo no, es un AOVE mediterráneo, ya que la finca sólo dista 20 km del mar que le otorga matices salinos.
Todo un lujo de aceite que merecería una nueva versión de cierta conocida película.